Obturadores y pruebas de estanqueidad van de la mano. A menudo te puedes encontrar ante la duda sobre la decisión adecuada entre: ¿Qué tipo de obturador debo emplear: con o sin bypass?. Así como acerca del método a elegir para realizar las pruebas de estanqueidad, ¿Cuál es el método más oportuno: aire o agua?. Existen diferentes enfoques para resolver esta elección, dependiendo de si, por ejemplo, la Dirección facultativa permite uno u otro, o los dos. De igual manera criterios no menos importantes como: cuál es más preciso, o cuál es más rápido, o el más económico, pueden condicionar nuestra decisión.
Empecemos diciendo que cualquiera de los dos puede ser el método adecuado, tal y como lo recoge la norma europea UNE EN1610. Ahora bien, observemos algunas diferencias:
Método con AIRE:
El método de pruebas de estanqueidad con aire normalmente es más rápido, supone un conocimiento un poco (muy poco) más profundo de los obturadores neumáticos a emplear, ya que será preciso en todos los casos un obturador ciego y otro con bypass. A través del obturador con bypass introduciríamos aire y controlaríamos, mediante un manómetro, si la tubería ensayada mantiene o no la presión deseada en base al nivel de exigencia: Presión mantenida (mbar) x tiempo.
Método con AGUA:
Por su parte, si empleamos agua como fluido para comprobar la estanqueidad, podemos igualmente introducir -a través del bypass- el agua al interior de la tubería o colector. En ese caso no comprobaríamos si la tubería es estanca mediante un manómetro, sino a través de una manguera transparente, verificando si mantiene la columna de agua o si por el contrario desciende.
Sin embargo existe también la posibilidad de intercalar un pozo o arqueta entre los tramos a comprobar, y emplear sólo obturadores ciegos para taponar los extremos de los tramos. Con esta segunda opción no necesitaríamos ni el bypass ni la manguera transparente, usando la propia arqueta o pozo para comprobar si mantiene o no la estanqueidad. Hay que advertir que en este caso se comprueba también la propia estanqueidad del pozo y su conexión con las tuberías.
Ventajas y/o desventajas de cada método:
Como se puede ver, el método con aire es más rápido, ya que el propio compresor que empleamos para inflar los obturadores puede ser empleado para llenar la tubería, mientras con agua necesitaremos un camión cisterna o emplear agua de red.
Ambos métodos son igual de precisos. El cálculo de la pérdida admitida para el método con agua debe dar un resultado preciso, al igual que el manómetro que mide la pérdida de presión en el interior de la tubería en caso de hacer la prueba de estanqueidad con aire.
Conclusión:
En definitiva, tal y como indican las normas europeas, ambos métodos son igual de eficaces y pueden ser empleados, a falta de que la dirección facultativa indique su preferencia por uno u otro, usted podrá elegir el método que sea más conveniente para comprobar la estanqueidad de su instalación.
Desde Obturapipe estamos a su disposición para ampliar esta información y ayudarle a tomar la decisión correcta, no dude en contactar con nuestro personal.